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19 de diciembre 2018

by : Elena Barreiro Alonso

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Anoche soñé que volvía a Manderley…

Elena Barreiro Alonso - Psicóloga H. Sanitaria

El cine es una de las principales fuentes a través de la cual se ha formado la idea que tenemos de la Psicología.
Esta serie de artículos que se irán sucediendo a lo largo de los meses pretende ser un punto de encuentro entre cine y Psicología y así analizar el comportamiento humano a través de las películas.
Exploraremos cómo el campo de la Psicología ha sido retratado en el cine a lo largo del tiempo y cuestionaremos los mitos y conceptos erróneos que crearon, tales como la imagen del psicólogo manipulador, el psicólogo como detective, las terapias milagrosas, la hipnosis, las enfermedades mentales y lo que sucede en un psiquiátrico.

Las películas nos permiten vivir vidas ajenas, visitar lugares a los que no tenemos acceso y explorar mundos que no existen. Algunas nos muestran cosas que nunca hemos visto antes, que sólo hemos imaginado, y nos permiten participar en aventuras imposibles. Las películas se meten en nuestra mente y su recuerdo puede durar un breve tiempo o, por el contrario, toda la vida. Una película puede servir simplemente para pasar el tiempo, pero también pueden entretener o mostrarnos un punto de vista novedoso que no se nos había ocurrido plantearnos.

El propósito de cualquier película es que la vea el máximo número posible de espectadores y, para ello, tiene que ofrecer un producto que posea “un algo” que penetre como un escalpelo en el cerebro humano. Ese elemento indefinible puede ir envuelto en forma de una película de aventuras, romántica, social, de humor, de terror, policíaca….
El cine manipula nuestras percepciones para crear un efecto particular por medio del guión, la música, el color y el montaje. Las películas con frecuencia describen y explican el comportamiento de los personajes, y en el caso de que no lo hagan, nos obligan a pensar – aunque sea brevemente – sobre el comportamiento humano.

Nuestro objetivo es:
• Analizar las películas desde una perspectiva psicológica.
• Analizar los temas psicológicos tratados en películas.
• Mejorar la experiencia de ver películas y ampliar nuestros puntos de vista al verlas.

Las películas proporcionan una exploración artística de la mente y por medio de la Psicología encontraremos la explicación de los mecanismos que ponen en funcionamiento explicando los conceptos básicos de la Psicología Cognitiva.

En los comienzos del cine las enfermedades mentales se presentan de forma exagerada, los enfermos mentales eran presentados como individuos extremadamente peligrosos que sufrían algún tipo de defecto genético y la solución era ser encerrado de por vida o ejecutados (“M, el vampiro de Düsseldorf” o “El gabinete del doctor Caligari”).
En los cuarenta el cine negro estuvo cargado de temas psicológicos como parte de su esencia y eran frecuentes personajes de gánsteres con personalidad psicopática.
Con la creciente influencia de la psicología freudiana, películas posteriores dieron la imagen de que la psicopatología puede tener su origen en la infancia o en traumas pasados que el subconsciente reprime (“Recuerda”, “Marnie, la ladrona“), promoviendo la impresión de que estos problemas eran propensos a ser permanente en ausencia de un analista que descubriera su origen.
En los años setenta fueron destacados en el cine los tratamientos aplicados en los psiquiátricos (“Alguien voló sobre el nido del cuco”).
Durante los años noventa preponderaron los guiones en los que se presentaban trastornos psicológicos extremos que crearon personajes de referencia (“El silencio de los corderos”).
Más recientemente las películas tratan de normalizar algunos trastornos que nos dejan con una sensación más optimista sobre las posibilidades de éxito de los tratamientos, ya sea a través de la intervención farmacológica, psicoterapia o una combinación de ambas (“El príncipe de las mareas”).

Y si un director brilla sobre el resto en la utilización de la psicología en todas sus vertientes es Alfred Hitchcock: el maestro del suspense. Ningún otro director está más estrechamente asociado con la psicología en las películas que él. Hitchcock dirigió casi 60 películas y en muchas de ellas trató directamente temas psicológicos.
Su estreno en Hollywood con la obra maestra “Rebeca”(1940) y su genial frase inicial evocando un sueño: “Anoche soñé que volvía a Manderley….” da título a esta sección de la web. En “Recuerda” (“Spellbound”) (1945) narra la historia de un psiquiatra y su paciente e incluyó una secuencia de un sueño cuyo escenario diseñó Salvador Dalí. “Psicosis” (1960) es probablemente la película más popular de todas las que tratan problemas psicológicos y explora las consecuencias de una anormal relación madre-hijo. “Vértigo” (1958) incluyó un personaje principal que tiene miedo a las alturas, así como los trastornos ligados a la obsesión, delirios, alucinaciones y los mundos paralelos.“La ventana indiscreta”(“The rear Window”) (1954) nos hizo mirones a todos nosotros mientras veíamos Jimmy Stewart y Grace Kelly espiar a otros. Y así podríamos seguir con cada uno de sus filmes.
Los mismos títulos de sus películas provocan desasosiego, inquietud e incluso temor. Y si sumamos a esto las inquietantes bandas sonoras que suelen acompañarlos, el sobresalto en el sillón está garantizado aunque hayamos visto la cinta decenas de veces. El “maestro del suspense” hizo películas que eran a la vez emocionante y perturbador y aunque trataba temas típicamente oscuros, las películas de Hitchcock también contenían elementos cómicos que servían para aumentar la gama de emociones que la audiencia podría experimentar. Casi todas sus películas serán objeto de nuestro tratamiento.