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11 de julio 2019

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FURY : Liderazgo de equipo en tiempos difíciles

Elena Barreiro Alonso - Psicóloga H.Sanitaria - Experta en Coaching

Se han hecho muchas películas en las que el liderazgo es el eje sobre el que gira toda la trama. Unas ambientadas en un entorno empresarial, otras en ambientes criminales como las de Mafia, otras en el deportivo y otras en el militar, y dentro de éstas se encuentran las que giran en torno a guerras, batallas o hazañas bélicas.
Es en éstas últimas donde se prodigan las situaciones límite y cuando el proceder de las personas se manifiesta extremo y bipolar, solapándose el mal con el bien y viceversa. Manejar este explosivo cóctel de comportamientos dentro de un pequeño grupo de personas que dependen unas de otras para sobrevivir es una labor que raya lo milagroso.
De este subgénero cinematográfico hay grandes películas que son ya clásicos del cine, pero una de las que yo creo que se ha subido al podio de las mejores - por méritos propio - es muy reciente y se titula "FURY" (2014).

http://www.imdb.com/title/tt2713180/fullcredits
El estilo narrativo de la película es trepidante, ralentizándose sólo en aquellas escenas que muestran una carga psicológica esencial para el conocimiento de los personajes y su relación mutua.
Visualmente es una película brutal, descarnada y violenta ( con claras influencias de "Salvar al soldado Ryan"), pero no gratuita; consiguiendo el director ( David Ayer) una integración muy acertada de lo visual y lo psicológico.

Su principal protagonista es Brad Pitt - quien interpreta magistralmente al personaje del jefe Don Colier (apodado en la versión española como "Chacal") - un sargento de tanques al mando de una tripulación compuesta por 4 hombres de los que tres - Grady ( el más fanfarrón y provocador), Boyd (apodado "Biblia" por citar constantemente versículos de ésta) y Gordo ( hispano-americano) - forman equipo con él desde hace tiempo y el cuarto ( Norman ) es un soldado imberbe sacado de una oficina por necesidades de la guerra y que recién sustituye a un miembro muerto del equipo.
Hay dos magníficas escenas de breves batallas que nos muestran la sincrónica coordinación del equipo lograda tras años de luchar juntos y una muy larga batalla final donde el equipo se sacrifica para frenar el avance del enemigo, presentando una resistencia numantina ante un contingente muy superior de tropas.

Pero es en una larga escena de unos veinte minutos - hacia la mitad de la película - donde mejor se pone de manifiesto la habilidad del sargento Don Collier "Chacal" para manejar (en una situación cargada de tensión) a un grupo tan heterogéneo como compenetrado y eficaz sin que se resienta la cohesión de éste y sin que ninguno aprecie que ha cedido.
Sugiero encarecidamente ver primero la escena antes de continuar.



Escena de la tensa comida
La larga escena comienza cuando el sargento Collier y el joven Norman entran a registrar una casa y en ella encuentran a dos mujeres (una jovencita y otra más madura) escondidas. Don "Chacal" Collier parece haber encontrado en aquel piso un hogar momentáneo y un respiro de paz entre la violencia en la que vive todos los días.
Saca una caja de metal en la que lleva guardados seis huevos (como si de un tesoro se tratase) y pide que los cocinen y que le traigan agua para asearse.El joven soldado y la muchacha alemana se gustan al momento y el sargento alienta al joven Norman a que tenga relaciones con la chica y lo justifica ante la otra mujer diciéndole que son jóvenes y deben vivir el momento. Todo ello sin que medie violencia. Preparados ya los huevos y consumada la relación carnal, se sientan tranquilamente para comer.
Y es entonces cuando el tranquilo y relajado cuadro se resquebraja.
Los tres integrantes veteranos de la dotación - ausentes del cuadro - entran jovial y ruidosamente en la habitación pregonando haber compartido sexualmente una alemana y que ésta seguía dispuesta para continuar con el joven Norman y el sargento, pero se encuentran con un escenario que enseguida valoran en toda su extensión.
Su sargento está disfrutando de una bucólica escena familiar de la que hace partícipe a un neófito y los deja fuera a ellos. Disfrutan de comida, de compañía de mujeres, y el rubor del joven soldado delata que incluso el recién incorporado miembro ha tenido sexo con la atractiva jovencita.
Ante la insinuación de Grady (el componente más provocador y agresivo) de también compartir a la joven, Don "Chacal" Collier traza la primera línea que delimita el terreno de confrontación ("el que toque a la chica pierde todos los dientes").
Comienza entonces una explosión de provocaciones, reproches y agresiones verbales por parte de los tres veteranos compañeros hacia su jefe.

El primer envite Grady usa al joven Norman como cebo. Irónicamente lo alaba y utiliza el usual juego de fuerza física amistoso entre hombres para rayar el límite de la agresión. Comienza después el insulto hacia las mujeres.
Don"Chacal" permanece hierático ante tales provocaciones, incluso los invita a sentarse a la mesa y compartir los huevos.
Tan pronto como lo prueba, Grady vuelve a la carga, y con el pretexto de que están algo grasientos, coge el huevo de la joven y lo lame para sacarle la grasa; Don "Chacal" Collier le cambia el huevo a la muchacha - quien ha empezado a llorar - y se lo come, asintiendo a la mujer madura que está delicioso.No entra en la provocación.

Comienza entonces la segunda embestida, pero ésta va a tener lugar en otro terreno: el sentimental.
Otro de los miembros "Gordo" comienza a narrar los duros momentos que han pasado juntos, los sufrimientos, las atrocidades cometidas; y se para con detalle en un episodio en particular del que fueron protagonistas en los primeros momentos de la invasión en tierras de Francia tras aniquilar la oposición del ejército enemigo.
En un campo de batalla cubierto de cadáveres y entre nubes de moscas, se habían pasado tres días rematando a cientos de caballos heridos, y el mejor medio para hacerlo - según narra “Gordo”- era acercarse amistosamente al caballo, acariciarlo para tranquilizarlo y a continuación, pegarle un tiro; añadiendo seguidamente ( dirigiéndose al joven recién incorporado): “ Pero tú, no estabas allí”.
La historia era toda una metáfora de cómo se sentían por lo que su sargento estaba haciendo. Se sentían traicionados.
Mientras tanto, Don"Chacal" permanece atento pero frío, incluso agradece sarcásticamente la anécdota, aunque apuntando su inoportunidad.
Es en este momento y ante el nuevo intento de continuar con los ataques cuando "Chacal" da un golpe en la mesa y escupe un trozo de huevo que todavía no había tragado. Los tres compañeros cesan rápidamente del incipiente intento, bajando la vista ante la desafiante mirada que les lanza su jefe y produciéndose un largo silencio de aceptación. Para romper el hielo y como disculpa, "Gordo" proclama estar muy borracho. La disputa se había zanjado.


LIDERAZGO
Controlar una coyuntura tan tensa sin que el grupo se resienta requiere de unas excelentes dotes de liderazgo, de un conocimiento profundo del grupo y de cada individuo; y de un autocontrol sobresaliente.

ANTECEDENTES

El personaje interpretado por Brad Pitt es un líder incuestionado por sus hombres: "Es de fiar.... estamos juntos desde antes de África.... no pelearía con nadie más" (Gordo) "No hay equipo que esté tan unido como nosotros.....y es por él " (Boyd).
Su equipo sabe que es como ellos, con las mismas debilidades." La primera vez que nos dispararon - en el Norte de África - “Don” se cagó en los pantalones", pero le sacan yerro a tan degradante situación con una coletilla de humor " El tanque apestó como nunca".
Es de suponer que Don asumió en un momento dado el papel de líder por encima del de jefe. Se hace una velada referencia a ese supuesto momento cuando Boyd "Biblia" recita - justo antes de desencadenarse la suicida batalla final - un versículo que termina : "Heme aquí, envíame a mí" y Don apostilla que la cita es de Isaías, 6.
Su competencia es conocida más allá de su grupo: "Como si quieres ir en una alfombra voladora.....Sé quien eres......Sé que sabes lo que haces" ( el oficial superior que le encarga la misión suicida).
El sargento es humano, no es un superhéroe, y el liderazgo provoca estrés. En una de las escenas iniciales, cuando el equipo llega al campamento improvisado por el ejército, Don se oculta detrás de un tanque y por unos instantes se desmorona sobrepasado por la tensión acumulada.

LA CRISIS: inicio,desarrollo y afrontamiento

Don "Chacal" se ve inmerso fortuitamente en un escena familiar y de una tranquilidad inusual dentro del marco de la guerra.
Se empieza a sentir más relajado tras la escaramuza librada y aprovecha el momento pensando sólo en él. Dos mujeres (una madura y otra joven) y el novato Norman, probablemente le recuerden a su propia familia ahora tan lejos en algún pueblo americano. Comida casera ( los seis huevos que guardaba como un tesoro) y disfrutarla en una mesa con platos, cuchillos y tenedores. Norman tocando el piano y la joven acompañándolo cantando la canción. La otra mujer cocinando y él aseándose como si llegase del trabajo. Definitivamente se siente bien. El tiempo parece haberse congelado, es su momento y lo va a disfrutar y alargar lo máximo posible. Probablemente dude de si todo eso es real. Pese a todo, no se olvida de Norman y lo alienta a que tenga relaciones con la muchacha, probablemente como compensación a la dura lección a la que sometió al novato obligándolo a matar a un prisionero.

Y cuando todo parece perfecto, la crisis se desata. Tan pronto como Don escucha a sus espaldas el revuelo que hacen sus tres veteranos compañeros al entrar ruidosamente en la habitación, su cara cambia. Presiente la confrontación que tendrá lugar. Sabe que a sus compañeros de armas de tantos años no les va a gustar que no haya compartido ese escenario con ellos. Y probablemente una parte de sí se siente culpable.

Don sabe que va a tener que asumir su comportamiento y afrontar las consecuencias….si, hasta cierto punto, pero no más allá.
Mantenerse en equilibrio en una línea tan delgada requiere de una sutileza y control del entorno muy preciso.

Don aguanta las embestidas de sus compañeros con un aparente estoicismo que en realidad encubre una catarsis controlada de la situación. Pero en dos precisos momentos delimita el campo de juego en el que permite jugar (con una amenaza verbal y con un golpe en la mesa). Deja claro que su comportamiento no se debe a la debilidad, sino a que su comportamiento tal vez merezca un cierto reproche.

Don ha asumido su culpa sin disculparse pero asumiéndola tácitamente. Ha soportado el reproche de su equipo y ha sabido mantener la tensión y la violencia verbal dentro de unos límites críticos, y ha sabido zanjar la situación antes de que se saliese de control. El equipo continúa cohesionado, su líder sigue manteniendo la autoridad y el respeto de su equipo. No cerró la válvula de escape que alivió la tensión aunque haya tenido que soportar un chaparrón de críticas e incluso de insultos muy difíciles de soportar por cualquier líder sin sentir que está siendo amenazado su liderazgo. Hay que estar muy seguro de uno mismo para aguantar tal acometida.

Cuántos líderes empresariales, deportivos y no digamos políticos podrían manejar una situación tan complicada de forma tan satisfactoria?