Un psicólogo es un profesional formado en la Universidad durante varios años en el campo de la salud mental y que es capaz de detectar y tratar una amplia variedad de problemas psicológicos. A veces se piensa que hace la labor de un amigo, pero en absoluto es así. El psicólogo no está implicado en los problemas del paciente, no tiene relación con él, por lo que puede aconsejar el camino más adecuado para solucionar cualquier situación diciéndole al paciente incluso lo que éste no quiere oír, ofreciéndole métodos científicos contrastados para resolver su personal y específica problemática.

Las sesiones psicológicas son un método de ayuda destinado a mejorar la salud mental de las personas, parejas, familias o grupos.
A veces es solamente un asesoramiento especializado que puede ayudar a las personas con problemas ordinarios de cada día y en otras ocasiones sirve para ayudar a superar problemas psicológicos más profundos.

Sí, es normal estar nervioso, ya que lo que usted quiere tratar en una sesión psicológica es muy personal y tal vez lo conozca sólo usted.
Muchas personas se preocupan por si serán juzgados o mal entendidas. A otros les preocupa que el terapeuta no sea capaz de ayudarlo. Con frecuencia la gente encuentra que su nerviosismo desaparece durante la sesión inicial al ver que el psicólogo lo trata con profesionalidad y respeto.

Las necesidades y situaciones de cada persona son diferentes y, por tanto, el número de sesiones depende de la complejidad del problema para el que se está buscando solución. El intervalo puede variar entre tres y diez sesiones.